¿Qué nos depara el futuro?

Estamos en tránsito hacia una nueva humanidad

La mayor preocupación de las personas con las que trabajo y mi entorno en este momento es: ¿Qué va a pasar con nosotros en el futuro? 

Estamos muy afectados por todo lo sucedido este último año y a ello se agrega la preocupación de que no vemos muchas señales de mejoría. Muchas personas creen que no vamos a volver a la vida que teníamos antes de los acontecimientos que estamos viviendo desde hace un año.    Esto es causa de gran angustia y ansiedad. 

¿Tenemos el control de algo?

Estamos viviendo un bombardeo de negatividad día a día.  Esto genera un estado de alerta y ansiedad continuo, una gran incertidumbre y una sensación de vulnerabilidad muy grande.  En definitiva, estamos asistiendo a la experiencia de vivir la incertidumbre vital: o podemos planear nada y eso nos pone ante la evidencia de que no controlamos nuestra vida.

Mirar desde un punto de vista más amplio

A estas alturas os puedo decir que, a pesar de lo vivido, ¡aquí seguimos! y eso quiere decir que nuestra capacidad de resiliencia es superior de lo que creemos.  Hemos pasado y tolerado circunstancias que hace poco más de un año nadie podía imaginar y a pesar de ello seguimos adelante. 

¿Qué nos está diciendo esta vivencia?

Nos conocemos a nosotros mismos cuando nos atrevemos a vivir situaciones desconocidas y si no lo hacemos en consciencia, tarde o temprano, la vida nos pone frente a ellas. 

La única forma de saber quiénes somos es a través de la experiencia.  No podemos conocer nuestras capacidades hasta que no pasamos por la experiencia de transitar por la adversidad y comprobar que seguimos adelante más fuertes que antes.

¿Cuál es la mirada positiva de lo que estamos viviendo?

Estamos trascendiendo a través del trauma social como humanidad
Estamos viviendo un proceso de transformación.
La experiencia del trauma desestructura, rompe el statu quo, nos saca de nuestra comodidad, poniendo de manifiesto lo que no queremos o podemos ver, para revisarlo, y reconstruir nuestra vida integrando esta nueva información.

En un organismo vivo, cuando ocurre un desequilibrio interno y enferma, se hace necesario que dicha enfermedad se manifestarse con toda su sintomatología para comenzar el proceso de curación.  Esto también ocurre a nivel colectivo, cuando un grupo humano está estancado en determinados aspectos, aparece un acontecimiento traumático que golpea y sacude en masa para sacar a la luz y poner de manifiesto la enfermedad social a la cual no se le estaba prestando atención.  Esto le da la oportunidad de regenerarse y evolucionar.

Lo nuevo de esta situación es que la estamos viviendo todos juntos, de manera global, la humanidad está enfrentada a vivir sus miedos para trascenderlos, a experimentar que no tiene el control sobre la vida, de que la vida es incertidumbre, que somos vulnerables, que toleramos situaciones adversas mejor de lo que creíamos, y que gracias a estas experiencias podemos conocer y poner en práctica lo mejor de nosotros.

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