¿Qué alimento le das a tu mente?

El discernimiento es lo que nos diferencia …

En el ámbito de la psicología se sabe que entre el 95 y 97% de nuestra vivencia es inconsciente. 

No controlamos el 97% de lo que hace nuestro cerebro cuando piensa y hace el registro de toda la información que recibimos a diario.  Dicho de otra manera, la consciencia de los contenidos internos ocupa entre un 3 y 5 % de la actividad cerebral. 

Ahora bien, el pensamiento tiene la capacidad de crear emociones y estados de ánimo.  El problema es que, la mayoría de nuestros pensamientos son negativos.  No nos damos cuenta de ello, ni del efecto que este hecho tiene para nuestra vida.   

Nuestro pensamiento sigue un patrón repetitivo

Existe un guion que se repite en bucle, como un disco rayado a lo largo de nuestra vida.  Los personajes van cambiando, pero la temática es la misma.  Representamos en nuestra película interna el mismo drama una y otra vez. 

Dicho así suena fuerte, y es porque no somos conscientes de ello.  A no ser que hayamos hecho un trabajo de conocimiento interno, este hábito hace que nos mantengamos en un estado de insatisfacción vital casi constante.  Sin embargo, si nos preguntan que nos pasa no sabríamos que responder, o daríamos respuestas peregrinas.

Este pensamiento repetitivo se dispara con determinados estímulos, como por ejemplo cuando:
Vemos imágenes de horror en una pantalla, ya sean películas o videojuegos.
Oímos relatos de sufrimiento de otras personas.
Escuchamos noticias desalentadoras y pronósticos catastróficos.
Presenciamos hechos desagradables estemos involucrados o no.

Ahora te voy a pedir que te tomes un momento y respondas a la siguiente pregunta:

¿A cuántos de los estímulos anteriores estás expuesto/a a lo largo del día? 

¿Sabías que nuestro cerebro no distingue entre la realidad y la ficción?

Cuando estás mirando una película o te están contando una historia, él cree que eso te está sucediendo a ti.   Los efectos en tu cuerpo y en tu psiquis profunda son los mismos que si tu estuvieras viviendo esa experiencia en primera persona.  Aunque lo razones y te digas que no te afecta.  Por eso somos seres empáticos.  Cuando estamos viendo una película nos emocionamos, sentimos miedo, alegría, etc.  Estas son funciones de nuestro sistema nerviosos autónomo.  El que mantiene la vida en todos sus aspectos y el que está siempre preparado para reaccionar ante cualquier imprevisto.

Con esta capacidad neurológica trabajan muchos métodos psicoterapéuticos.  Gracias a este fenómeno el trauma sigue activo en nuestra psiquis.   Así podemos acceder a él en el presente y cambiar el registro que se tiene de un hecho traumático.

Puedes reducir el estrés y predisponerte para tener una vida diferente.   Poniendo límite a todo aquello que recibes del exterior, en forma de noticias, películas, historias, comentarios de personas, etc.  Es imprescindible si quieres cambiar algo en tu vida.  Ya que además de mantenerte estresada/o, te quita mucha energía, de la que necesitas para poder crecer y desplegarte.

Es de vital importancia que aprendas a discernir el alimento quieres para tu mente, así como cuidas la alimentación que le das a tu cuerpo.  Si haces esto, pronto te sentirás con más energía y más fuerte física y emocionalmente.  Es un paso que no puedes obviar si quieres tener una vida más saludable y plena.

Siguiente Post: «El mecanismo de la autorrealización»
Post anterior: «¿Qué preguntas te haces?»

Últimos Posts:

 

 

2 comentarios sobre “¿Qué alimento le das a tu mente?

  1. Teodoro González Contestar

    Estupendo Laura.
    No es mí caso, ya que yo, en concreto soy un Fracasado Feliz, que todo está, en mi mente, desde el Amor de mi Vida, hasta las distintas respuesta, a la solución de los distintos puntos de alternativas.
    Primero tirar, los TV por la ventana. Parte de la «Comedida de Tarro» e incitivador de todos los Problemas, que quiere que esos problemas, ficticios muchas veces o, reales en otras, sean Tú problema.

  2. Laura Autor del artículoContestar

    Estoy de acuerdo Teo, tirar la TV por la ventana, ¡qué buena imagen! Imprescindible para ganar fuerza y no dejarnos arrastrar por toda la problemática a la que nos exponen a diario.
    Un abrazo compañero.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *