Guía para trascender a partir de la crisis 2

La experiencia más crítica y dura se convierte en la mejor oportunidad cuando se sabe ver como aprovecharla a nuestro favor.

Encontrar el sentido

(Para entender el desarrollo de lo que vamos tratando lee la parte 1)

Ahora que ya han pasado unos días que empezó toda esta situación, la incredulidad y la negación van dando paso a otras vivencias internas aunque la sensación de extrañeza y la incertidumbre pueden continuar por lo insólito de lo que estamos viviendo. 

Aun así, estamos más reposados como para poder ocuparnos de nosotros mismos y aprovechar esta experiencia a nuestro favor.

Hay muchas personas que han entrado en un estado de reflexión, están más volcadas hacia dentro y reordenando prioridades vitales. 

Hay otras que están pasando por episodios de miedo, ansiedad, rabia, etc.

Otras fluctúan entre esos dos estados.  Y habrá otras que buscarán distracciones para poder sobrellevar este momento, intentando que su realidad cambie lo menos posible.

Todo lo que sentimos está bien y está acorde al proceso individual que cada uno lleva, sea de manera consciente o no.  Todos estamos en un sitio distinto del camino y toda decisión es respetable. 

¿Cuál es el sentido de la situación que estás viviendo?

Esta pregunta  está hecha sobre la suposición de que antes de estar en esta circunstancia excepcional que estamos pasando todos, había algo dentro de ti que pedía ser atendido.  Y tu respuesta ante ello pudo ser una de las tres siguientes:

-que le hayas hecho caso y estuvieras ocupándote de ello,

-que a pesar de saber de esa necesidad, la hubieras dejado a un lado, ignorándola y siguiendo con tu vida normal.

-que no tuvieras ni idea de esa necesidad tuya, por lo tanto esto que te estoy contando te puede sonar a chino.  Si es así, está bien, es una elección personal.

¿Que necesitas revisar dentro de ti?

¿Ante qué situación te está poniendo la vida en este momento?

¿Qué quiere que atiendas?

La vida siempre nos presenta situaciones para que crezcamos y avancemos, solo que, en condiciones normales, solemos distraemos para no enfrentarlas.

El proceso vital sigue un curso, aunque no sea consciente para nosotros.  Podemos tener una idea una intuición, un sentir, pero nunca somos plenamente conscientes de todo el entramado de nuestro ser completo.   Porque sigue un camino a través del cual trabaja a varios niveles a la vez.  Y muchas veces necesita que nosotros no sepamos que está haciendo, para que nuestra mente no pueda intervenir y distraer.   No obstante, hay algo que nos conduce,  algo que está más allá de nuestro entendimiento racional y va dando un hilo conductor a la experiencia. 

Diferentes instancias que componen nuestra naturaleza humana

Nuestro yo interno  es quien está en conocimiento de todo lo que nos concierne, de toda nuestra realidad y nos va dando señales, para que si queremos, poco a poco podamos ir integrando esa información y llevar el proceso de manera más consciente y lúcida.

El corazón sabe por dónde va la vida, el lenguaje del corazón, el sentir profundo, es a través del cual se comunica nuestro yo interno.  Muchas veces hacemos cosas que no sabemos por qué las hacemos dejándonos llevar por una corazonada y luego vemos que tuvieron un sentido,  que fueron por algo.   

La mente racional no tiene ni idea de que va todo esto, ella sigue con su  discurso, soltando pensamientos,  haciéndose películas y escenarios ficticios para contener el miedo que le produce la incertidumbre,  intenta controlar la vida y sigue sin enterarse de que no controla nada. 

El mecanismo de supervivencia es el que controla el cuerpo, y nos puede poner en estados de alteración física y psicológica, de forma automática.   Porque obedece a una programación inconsciente, que nos domina a nivel fisiológico y psicológico.

Como lidiar con todo en este momento

En esta situación crítica debemos lidiar con todo ello a la vez.  En nuestro entorno con quien nos haya tocado estar o tal vez solos.

Además desde el exterior nos vienen de continuo noticias de caos, traumatizantes, distorsionantes, informaciones contradictorias, que si nos  dejamos llevar por todo ello podrían hacer que entremos en un estado de ansiedad  que no controlemos.

Por eso es imprescindible cada día, tomarnos momentos de tranquilidad, en los cuales podamos estar un rato a solas, como cada uno sepa: haciendo alguna actividad que te tranquilice, que te aquiete por dentro, cualquier cosa que sepas y que sientas que te hace bien y lo practicas sin esfuerzo.

Lo que te permita regularte, esto quiere decir que lo hagas con la suficiente consciencia para que te asuto-tranquilices, de manera que le pongas freno al mecanismo de supervivencia para que no se dispare y no favorezca los estados de ansiedad y a la vez vayas favoreciendo un contacto y una conexión, más íntima contigo mismo, con tu interior.

La conexión interna es la respuesta

Conexión es lo opuesto a distracción

Solemos distraernos para no estar en contacto.  En nuestra vida normal por lo general usamos el entretenimiento para evadirnos.  Muchas veces es necesario para poder tolerar la carga emocional de determinadas situaciones que nos superan.  Pero no lo podemos hacer todo el tiempo y toda la vida.  En algún momento la vida nos fuerza a mirar para adentro.

Con esto no quiero decir que dejes de hacer actividades que te entretengan, quiero decir que no las utilices para alejarte y olvidarte de ti. 

Nos evadimos porque el contacto profundo con nosotros mismos es doloroso.  Y porque nos animan desde fuera a que no lo hagamos, porque una vez somos capaces de tolerar ese dolor, lo superamos y lo trascendemos, nos empoderamos.

Nuestro interior es nuestro espacio de libertad y el único sitio donde nada ni nadie puede entrar si está ocupado por nosotros mismos.

Acrecentar dicha conexión, profundizar en nuestro conocimiento interior, trascender nuestro dolor interno, es el único camino que nos sacará del sometimiento.

Un ejercicio sencillo para calmarte y estar en contacto:

Pon tu mano el centro de tu pecho, cierra los ojos y respira suave, de forma natural y calmada, pero sin hiperventilar.  Siente tu respiración, el movimiento de tu pecho, los latidos de tu corazón.  Permanece así un rato, no es necesario mucho, el tiempo que sientas que para ti está bien, 1 minuto 2 o 5.  Es sencillo pero muy efectivo porque favorece el contacto con tu interior y ayudará a calmarte.

En próximos artículos iré explicando como funcionan las instancias antes mencionadas: el yo interno, la mente racional, el mecanismo de supervivencia y como hacer para estar más conectados y centrados.

Continúa en: «Guía para trascender a partir de la crisis 3»

Lee el siguiente post: Reflexión: «De regreso en el tiempo, de regreso a nosotros mismos»

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