El trauma social nos da una oportunidad para trascender como colectivo, a partir de la consciencia que cada uno alcanzamos de forma individual.
Para entender el desarrollo de lo que vamos tratando lee: la parte 1, parte 2, parte 3, parte 4.
En el artículo anterior te había invitado a que te observes a ver como es que te provocas a ti mismo el miedo. Te había propuesto un ejercicio de auto- observación de tu propio cuerpo y tu respiración. Para empezar a descubrir cuál es tu patrón, a través del cual te auto-induces el miedo la preocupación, etc. Ese patrón automático que hace que te mantengas en estado de alerta.
Es importante que lo descubras porque a partir de ahí, podrás tomar consciencia del patrón hay debajo de cada comportamiento que se reproduce en tu vida sin que te des cuenta y que te mantiene en un círculo vicioso de insatisfacción.
Girando dentro de la rueda
Dichos comportamientos están provocados por una programación artificial, es decir, que no es natural en el humano. Si bien es normal, no es natural que vivamos casi de continuo en un estado de aprensión, ansiedad, desasosiego, desconfianza, etc.
Reaccionamos con la velocidad de un reptil, cuando hace falta, es decir cuando nuestra vida corre riesgo, (lo cual, obviamente es necesario, de lo contrario estaríamos extinguidos), pero cuando no hay motivos también reaccionamos igual y eso nos crea síntomas diversos y sobre todo un estancamiento en nuestro desarrollo.
(En éste artículo me he referido a la parálisis y como dejar de ser una presa.)
Básicamente, nuestro mecanismo de supervivencia funciona como se explica en el siguiente gráfico:
Como hemos explicado en artículos anteriores, en el ser humano ha quedado bloqueada la parte del mecanismo que nos permite relajarnos profundamente y apagar el botón de la alerta cuando no hace falta.
Nuestro desarrollo intelectual ha hecho de alguna manera que se apague el botón del sistema nervioso que produce la descarga de la tensión excesiva a través del cuerpo. Los animales salvajes lo hacen, y por eso no sufren estrés. Sin embargo, los humanos interpretamos la naturaleza instintiva de nuestro cuerpo como peligrosa y no le dejamos que haga su tarea. Y en realidad, peligrosa es la negación del instinto natural, porque eso es lo que nos enferma. Es la negación de una parte de lo que somos, que contiene la sabiduría de la vida con sus procesos biológicos y energéticos.
CRECER DE FORMA ÍNTEGRA
El hecho de mantener bloqueado nuestro funcionamiento natural, tiene implicancias más allá de lo que creemos: no hay desarrollo real posible si no aceptamos nuestra parte instintiva. Un intelecto, unas emociones y una espiritualidad responsable y maduras, provienen de una integración con dicha naturaleza. De lo contrario ella va a buscar el equilibrio y muchas veces lo hace a través de una enfermedad.
¿Es posible salir de la negación de nuestra naturaleza?
Sí, sin duda. En mi trabajo enseño a las personas, como “usar” su cuerpo para salir de este círculo a través del desbloqueo de esta función natural que él posee.
Ademas de que dicho desbloqueo se hace de forma integrada a nivel mental y emocional, debe ser comprendido dentro del entorno y las circunstancias en las que vivimos.
¿Cómo se relaciona todo esto con lo que estamos viviendo?
Está relacionado íntimamente porque estamos viviendo un momento de shock, trauma y estrés extremo como sociedad.
Esto es algo obvio cuando lo razonamos y es posible que le restemos importancia por ello. Pero lo real, es que luego en nuestro día a día el automatismo toma el mando en nuestra vida y funcionamos desde allí sin que tengamos consciencia de ello. Por eso es crucial la toma de consciencia a este nivel, en lo cotidiano y el descubrimiento de como lo aplicamos, eso es lo que permitirá apagar el piloto automático.
La situación actual, nos ayuda a ver el círculo vicioso en el que estamos metidos desde hace milenios:
En la situación actual y con el miedo que produce, por un lado la inseguridad económica y la incertidumbre de como será nuestra vida a partir de ahora, dicho patrón se aplica como sigue:
1. Existe en nuestra psiquis una falsa creencia de que en el mundo no hay recursos suficientes para todos. También que los humanos somos competitivos e insolidarios, y que estamos en lucha unos contra otros por dichos recursos. Esto despierta nuestro miedo a la escasez unido a nuestro sentimiento profundo de abandono y desolación. Por lo tanto, creemos que podíamos quedarnos totalmente desprotegidos, malvivir o perecer.
2. Como tenemos una desconfianza básica en la vida, (que procede de la falta de confianza en nosotros mismos por el desconocimiento de nuestras habilidades individuales) dichos miedos activan el modo supervivencia.
3. Eso hace que se active la programación a nivel inconsciente del esfuerzo, la competencia y el merecimiento.
¿Y Para qué me tengo que esforzar?: para conseguir dinero que es lo que me permitirá acceder a los recursos que necesito, tranquilidad y una posición social en la que se basa gran parte de la autoestima.
4. Para conseguir dinero, trabajamos duro y estamos siempre buscando que podemos hacer para conseguir más, con lo que nos ocupamos más.
Nunca llegamos a estar tranquilos, relajados, siempre estamos con el chip de la lucha por sobrevivir activado, (y más en este momento tan particular).
Esto no nos permite crecer y evolucionar y ocuparnos de otras cosas. A veces ni siquiera se nos ocurre qué otra cosa podríamos hacer, porque nunca tuvimos tiempo y serenidad para investigarlo. Y si tenemos sueños y aspiraciones más allá, enseguida nos desanimamos a nosotros mismos porque pensamos que son quimeras y que están desconectadas de la realidad. Así el círculo se cierra y vuelve a empezar, perpetuándose.
¿Por qué este momento es especial?
Porque si queremos salir de la trampa: no tenemos más remedio que revisar como hemos estado viviendo hasta ahora y tomar una decisión vital.
La buena noticia es que siempre hay una salida
Por más negro que veamos todo, somos capaces de hallar la salida. Si hoy no la vemos, no quiere decir que no exista.
¿Cuál es la actitud para hallar la salida?
Primero, identificar la falsa creencia o la mentira que se dice para mantenernos en la rueda del hámster.
Luego, mirar fuera del círculo y ver lo que estábamos obviando y siempre estuvo allí delante de nosotros. Es decir practicar la mirada inclusiva.
En el caso del círculo vicioso del estrés, la falsedad es: que no tenemos que estar continuamente defendiéndonos, huyendo o siendo víctimas de la situación, porque la hostilidad no es intrínseca a la vida, sino a las condiciones de vida artificial que llevamos, con las cuales nosotros mismos colaboramos en su creación.
Y lo que no sabíamos es que: nuestro cuerpo y su naturaleza instintiva tienen de serie, la solución para salir de allí. Todos los seres vivos llevamos eso dentro, lo que pasa que los humanos hemos olvidado como usarlo y nos han enseñado a temerle porque el ego no lo controla. Pertenece a la parte del sistema nervioso involuntario que produce reacciones involuntarias instintivas de bienestar.
Es sencillo pero complejo a la vez, porque debemos estar despiertos para no dejarnos engañar por el ego y sus estratagemas. Que es la única arma que otros pueden usar contra nosotros.
Te dejo tarea:
A partir de la descripción de arriba, la que está bajo el título:
“La situación actual, nos ayuda a ver el círculo vicioso en el que estamos metidos desde hace milenios”:
¿Tú qué crees? ¿Cuál es la falsedad de toda esta situación actual en la que estamos entrampados? y a partir de ahí ¿cuál sería la salida?
Continúa en: «Como trascender a partir de la crisis 6. El pasaje hacia un ser supra-humano»
Siguiente Post: reflexión: «Confiar en la vida»
Post anterior: «Como trascender a partir de crisis 4. Como calmar la alerta para ganarle al miedo.»
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¡Hola Laura!
Excelente artículo, como acostumbras.
La o las preguntas que dejas al final son amplias, dan lugar a una explosión de posibilidades por donde empezar.
Recién leído el artículo, lo primero que se me ocurre arriesgar es; la falsedad es «el mundo» que se nos ha presentado y el funcionamiento del mismo que se nos ha incorporado. ¿Cómo bajar de la «rueda del hamster» si se nos presentó al mundo como tal rueda? Se nos enseñó que ése es nuestro rol. No conformes con eso, llevamos incrustadas desde tierna edad las veladas amenazas de lo que nos sucederá si no lo cumplimos.
¿Qué tan capaces seremos hoy -adultos- de ir contra ese concepto del mundo tan arraigado?
Si al fin y al cabo «la rueda» sigue siendo «la caverna».
El «mundo» -otras personas-, tienen interés en que sigamos así aunque ellos mismos estén en otra actividad en otra rueda.
Será menester ocuparse de visibilizar qué es qué.
¿Qué realmente es necesidad?
¿Cómo funciona la rueda?
Silenciosamente hemos perdido capacidades básicas como por ejemplo conocer e interpretar nuestras emociones y actuar en función de ellas.
¿Qué hay más básico?
Perdón por la desprolijidad pero hoy quise opinar sin pausa y creo que quizá solo desarrollé un poco más las preguntas.
Ojalá se genere una inquietud individual que nos permita hacer los cambios necesarios cada uno y entre todos.
Abrazo, Laura.
Muchas gracias Diego por tu compartir tan reflexivo que enriquece tanto este intercambio.
Sí que son amplias las preguntas y creo que tendrán más de una respuesta, dependiendo desde que sitio se respondan y quien las haga.
Y como tú sugieres, este tipo de preguntas generan otras: ¿cómo funciona la rueda? ¿Qué necesidades reales tenemos y cuáles son las creadas? Y en el fondo: ¿De qué va todo esto? Hay tanto que ignoramos…
¿Quién tiene las respuestas definitivas? Tal vez cada uno podamos ir colocando una pequeña pieza al puzle, por eso lo valioso del intercambio y de mantenerlo desde la reflexión y desde una apertura en la que revalorizamos nuestra necesidad a expresarnos y a ser curiosos.
Las preguntas siguen planteadas, irán horadando en nosotros, y nos ayudarán a querer abrir más lo ojos y a ir perdiendo el reparo de hallar las respuestas…
Un gran abrazo.
Yo ahora mismo estoy tan bloqueada que no seria capaz de identificar mi patrón erróneo
No estoy así por la situación actual que desde luego suma ,llevo así mucho tiempo
Gracias Ana por compartir y por tu transparencia.
Lo importante es que lo ves, y lo reconoces como tal, quizás el bloqueo sea necesario para que puedas contactar e identificar luego aquello que haga falta en tu camino para llegar a ti.
Sin duda algún día podrás expresar todo lo que eres, de hecho si lo deseas es porque ya te estas encaminado a ello. Y no creo que hayas retrocedido, tal vez sea un parar para ahondar en ti y tocar lo auténtico, para eso es necesario el silencio, poner todo en pausa, para poder sentirte y discernir que es tuyo y que no. Todo depende desde donde se mire. Compararnos con los demás nos ayuda a vernos a nosotros mismos por lo de espejarnos en ciertos aspectos, pero tú siempre eres tú, aunque en este momento te sientas bloqueada y aun no puedas verte. Un gran abrazo y ánimo, todo es parte de un proceso.
Gracias por los artículos que escribes Laura, es material rico, me aportan mucho y me ayudan a poner palabras a ciertas sensaciones que no son fáciles de comunicar.
Te dejo un caluroso abrazo.
Gracias Raquel por decírmelo, me alegro mucho que te ayuden mis palabras. Para mi es muy importante porque me anima a seguir comunicando cuando veo que es útil. Sí, hay ciertas vivencias para las cuales es difícil poner palabras, se va haciendo poco a poco, por etapas, a medida que se puede ir tolerando el dolor que cargamos, pero está ahí y también tiene su lado bueno: el enseñarnos a profundizar y enriquecer nuestra experiencia vital, y ver esto nos ayuda a que no sea tan pesado. un gran abrazo Raquel.