Como trascender a partir de la crisis 8 y última. Conclusiones

La resistencia a la vida es lo que produce el padecimiento.

Salimos de la crisis cuando la evolución retoma su marcha

Esta experiencia de parón que hemos vivido, de confinamiento, de detención de nuestras actividades normales y de sufrimiento generalizado, nos ha hecho reflexionar a mucha gente.  El reto es ahora, como seguimos adelante. 

El tiempo que sigue posterior a una crisis, es en el cual vamos integrando el nuevo conocimiento de nosotros mismos y experimentamos con ese pedacito más que conocemos, hasta la próxima vez que nos quedemos estancados y volvamos a necesitar de un empujón.

La crisis y el trauma forman parte de la vida

La crisis como el trauma forman parte de la vida, por lo menos de esta forma de vida que llevamos los humanos.  Tal vez llegue el momento en que no necesitaremos de ella, no lo sé.  Tal vez llegue el momento en que vivamos sin ilusiones, fuera de una matrix o quizás en otra matrix, pero más amplia y con más consciencia.  O con la consciencia de que estamos jugando un juego y que somos el avatar de algo más grande, ese algo somos nosotros mismos en otro estado de consciencia superior,  en otra dimensión más amplia, la que incluye ésta en la que estamos viviendo ahora. 

Es importante que comprendas que:

Las crisis y las experiencias traumáticas lo que hacen es ir rasgando ese velo que nos separa de lo que somos que aún no conocemos, para ir integrando cada vez  un pedacito más de nuestro ser más amplio.  Pero a la vez estando despiertos e íntimamente conectados a la vida y a esta tierra, arraigados y anclados en nuestro cuerpo y en esta realidad cotidiana que compartimos. 

¡Cuidado que no se confunda trascendencia con desconexión o con huida! 

Para ello como ya hemos referido en esta serie de artículos, debemos trabajar nuestras heridas profundas, es a través de la resolución de éstas que crecemos y que profundizamos la experiencia vital.  Si no hacemos esto corremos el riesgo de estar desconectados y usar un supuesto “crecimiento espiritual” como un mecanismo más de defensa ante el dolor y encima creernos que somos unos iluminados.  Quienes hacen eso, tal vez estén más lejos de un conocimiento interno profundo,  que quienes no tienen idea de la existencia de esa otra realidad mas ala de la cotidiana.  Un proceso psicoterapéutico nos permite darnos cuenta de cuales son esas heridas, acceder a ellas, trabajarlas y trascenderlas, para acceder a una experiencia más amplia de sí mismos.

Tiempo para la integración de lo vivido 

Ahora que tenemos un respiro, nos empezamos a dar cuenta como nos ha afectado esta experiencia.  A la vez es una situación extraña porque seguimos con la amenaza sobre nosotros.   Una vez pasa el estado de shock, el organismo y la mente viven un tiempo de recuperación y de integración de la situación traumática vivida.  Es entonces que empezamos a tomar conciencia en que medida nos ha afectado.  Necesitamos un tiempo de relax, de tranquilidad para procesar todo.  Cada uno lo hará a su manera, pero lo bueno es reconocer esta necesidad y darnos el tiempo y el espacio para dejar que repose dentro nuestro.  Eso es lo que ampliará nuestra experiencia y nuestra capacidad de tolerar los avatares de la vida. 

El síndrome por estrés post-traumático

Cuando no se puede llevar adecuadamente el procesamiento de todo ello sufrimos las consecuencias, esto se llama: síndrome por estrés post-traumático: es la dificultad de superar el padecimiento vivido y la sintomatología que esto da, a nivel físico y mental y emocional.   Estos estados de sufrimiento necesitan la atención de profesionales para ayudar a la persona a salir adelante y la comprensión, el apoyo y el cariño de los seres que le rodean.  Nada se supera desde la mente, o diciéndole a la persona sufriente que no llore o que no esté así.   Esa falta de comprensión solo empeora las cosas.  Es importante reconocer y dar el lugar a las emociones negativas para que puedan liberarse y poco a poco ir recuperando la calma.

En una situación, como la vivida, de trauma generalizado, es decir que nos ha pasado a nivel colectivo, debemos apoyarnos en aquellos que tienen más capacidad de adaptación y superación.   Por lo general son aquellas personas que a lo largo de su vida han tenido una visión más amplia y han sabido superarse a sí mismas en las situaciones  adversas. 

Pedir ayuda es digno

A quienes les cueste seguir adelante con todo esto y vean que no pueden gestionar sus emociones y síntomas, puede ser una gran oportunidad para pedir ayuda profesional y abrirse a llevar adelante un proceso psicoterapéutico sanador e integrador.  Habemos muchos encantados de poder brindar este servicio.   Pedir ayuda no es nada denigrante, al contario, habla de alguien centrado,  que reconoce cuando la carga es demasiado pesada y cuenta con alguien preparado para ver cosas que él mismo no puede y quien puede ayudarle a acceder a sus propias herramientas  internas que le sacarán de situaciones de sufrimiento. 

Que sigue ahora en nuestra realidad: la incertidumbre continúa

Nuestra realidad común a partir de ahora no parece que vaya a volver a lo de antes.   Y esto tiene su lado positivo.  Me explico.  Seguimos con la incertidumbre de que es lo que va a pasar.  Estamos teniendo un respiro, pero ya se anuncian nuevos contagios y con ello creo que todos nos estamos preguntando si volveremos a estar confinados.  No hay manera de poder prever nada, no hay manera de saber si podremos ejercer algún tipo de control de esta realidad. 

¿Que nos está mostrando esto?: Resistir es lo contario a fluir.

Se está evidenciando lo que ya sucedía antes, pero que, por el estilo de vida que llevamos, no temeos plena conciencia de como funciona la vida.  Y esto es que:
Siempre-la-vida-es-incierta.  En cualquier momento nos puede pasar algo que no podemos controlar y perecer  o tener  un cambio radical de vida para bien o para mal.  No tenemos el control de la vida.  No sabemos en qué momento puede pasar algo así.  Hemos intentado vivir de aquella forma en la que tenemos la ilusión de que controlamos.   Y este tipo de actitud, genera resistencias que causan enfermedad y padecimiento.  No querer controlar la vida y fluir con ella no significa ser negligente, sino todo lo contrario.

Camino a la libertad

Puede ser que te sientas algo paralizado, con miedo, sin saber como volver a una normalidad incierta, sin saber como recuperar una vida que ha cambiado.  Es normal, incluso hay personas que sienten fobia a salir fuera y seguir adelante. 

Por eso el desafío ahora es como seguir con esta evidencia del hecho de que no podemos controlar la vida. 

Mi propuesta es aprender a caminar con esta nueva visión, que nos da la posibilidad de ampliar la experiencia que teníamos antes de nosotros mismos y de la existencia.  Tal vez ya estemos más cerca de aprender a volar, pero tranquila/lo que no tienes que hacerlo tirándote de un precipicio, como todo en la vida es un proceso y cuando tus alas estén lo suficientemente musculosas y tu vitalidad sea tan fuerte que no puedas resistir el impulso de hacerlo, levantar el vuelo será un paso natural.  Hacia eso vamos, ¡animo!

De este proceso hacia poder  fluir cada vez más y de esta forma nueva de vivir seguiré hablando en siguientes artículos.

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