¿Qué preguntas te haces?

Tenemos la capacidad de decidir mantenernos conscientes.

Si pudiera retroceder en el tiempo iría al templo de Delfos y haría muchas preguntas a la pitonisa.  Ella me vería afligida por los acontecimientos actuales.  Y su respuesta serían otras preguntas:
¿Cuánto tiempo dedicas a tu desarrollo interno?
¿Cómo recibes la información que te viene de fuera?
¿Cuánto te afectan los eventos externos negativos?
¿Qué vida tienes?

Me veo frente ella oyendo sus interrogantes, que me atravesarían y luego dándome la vuelta, sin decir nada.  Me haría a mí misma la siguiente pregunta:
¿De qué lado vas a estar?
Y para que no se interprete mal la metáfora: ¿en el lado cómodo?.  O ¿en el lado de los que buscan y toman la decisión momento a momento de continuar en la consciencia a pesar de los golpes?

Esto es lo que escribí como reflexión propia, luego de acabar el último artículo publicado en marzo.

Me he tomado un descanso en el blog, coincidiendo con un tiempo de asentamiento para afinar y afianzarme en el camino.  Un tiempo de trabajo interno enfocado a subir la vibración de mis pensamientos para enraizarme más donde quiero estar.  Y a la vez dar fuerza a nuevos proyectos de antiguos deseos.

Las preguntas siempre están presentes  

Son el motor para expandir la conciencia.  Hay preguntas que perduran, porque vamos encontrando respuestas parciales a tanta amplitud como es el caso de las que siguen:

¿Elegimos nuestro destino?
¿Tenemos un destino?
¿Qué es lo que va creando nuestra realidad diaria?

Son preguntas de respuestas complejas y amplias.  Sería muy simplista dar una contestación rápida a cada una de ellas.

De momento para mi es obvio que seguimos una programación inconsciente que nos lleva a repetir patrones familiares, del entorno e individuales.  Éstos se entremezclan en una compleja amalgama que al final dan origen a nuestra experiencia.  A partir de ahí habrá que ir desgranando cada ámbito que nos influencia:

Los patrones del entorno familiar
La familia, a modo de clan, con toda una tradición de generaciones a través de las cuales se ha transmitido todo un estilo de vida.  El que cada integrante va repitiendo, con una gran carga de creencias inconscientes.  Éstas llegan a nosotros como realidades aceptadas que casi nunca cuestionamos.

Los patrones del entorno social
En el que vivimos, es otro medio de programación inconsciente y que pocos individuos se atreven a enfrentarse.  Pocos toman un camino diferente, aunque muchos cuestionen el sistema.

Los patrones individuales
Nuestra particular forma de dar respuesta a la carga que llevamos, también se convierte en un patrón predeterminado.  Si es que tenemos un libre albedrío, es en este ámbito en el que podemos incidir. Una forma es hacernos las preguntas correctas como, por ejemplo:

¿Cuáles son tus respuestas a los diferentes estímulos?.  ¿Realmente te están ayudando a ser quien eres?. ¿O te alejan de ti?.

¿Das respuestas estereotipadas?. ¿O te las replanteas cada cierto tiempo e indagas por qué respondes así?.  ¿Ese eres tú mismo/a o solo reaccionas?.

Hacernos estas preguntas nos ayudan a empezar a salir de la programación autoinducida.  Esa de la que no somos conscientes y que responde a la defensa que hemos adquirido para sobrevivir. 
Es un buen comienzo y también una buena costumbre para mantener a lo largo del tiempo: detenernos y ver si vamos ganándole terreno a lo preestablecido.

Continuaremos.  Un abrazo a tod@s.

Laura

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